Alicia en el País de las Maravillas
La película pretende ser una continuación de la vida de Alicia dentro del mundo de las maravillas que recorrió años antes (en la historia escrita por Lewis Carroll en 1865). En esta ocasión Alicia posee ya una personalidad más definida y adulta, y eso le permite tener una mirada más crítica y madura sobre los extraños acontecimientos que se le presentan en esa recuperada dimensión a la que regresa con diecinueve años. En realidad Alicia no vuelve, como ella cree en un principio, al país de las maravillas, sino a un submundo en el que todo ha caído en desgracia y donde le han reservado la misión de recomponerlo.
Podemos destacar de la película, entre otras cosas que:
Merece la pena pedir consejo a las personas que pensamos que tienen mayor experiencia y conocimientos, porque pueden ofrecernos otras alternativas que podrían servirnos para hacer frente a los problemas difíciles. ( En la películas, los personajes buscan la ayuda de Alicia). Pero a diferencia de la película, en nuestro mundo no tenemos que matar a nadie para resolver nuestros problemas, siempre se resuelven mejor cuando ayudamos o nos ayudan los demás de algún modo. Esto provoca un sentimiento de gratitud, deseo de devolver el apoyo recibido (lealtad). No se consigue la lealtad de los demás con el miedo, sino con el amor y el agradecimiento.
Hay que tener en cuenta este otro mensaje, que se repite varias veces: “Siempre es posible hacer cosas que nunca se han hecho”.
Lo más importante es que Alicia está decidiendo el tipo de vida que quiere vivir, rechazando casarse con Lord Ascot, y no consintiendo que nadie tome las decisiones por ella.
¡Qué bien lo pasamos!
Y dimos ejemplo de comportamiento a todos los demás niños de otros colegios
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